Nusantara: la nueva capital de Indonesia en el corazón de Borneo
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Indonesia se enfrenta a una transformación histórica: con la construcción de una nueva capital, el país insular se despide de Yakarta, una metrópolis que ha sido su centro político y económico durante décadas, no solo simbólicamente sino también funcionalmente. Sin embargo, Yakarta lidia con graves problemas: sobrepoblación, atascos de tráfico constantes, una devastadora contaminación atmosférica y un hundimiento gradual debido al uso excesivo de aguas subterráneas. En algunos distritos, el terreno se hunde varios centímetros cada año, lo que, sumado al aumento del nivel del mar, presenta un panorama alarmante.
En este contexto, el presidente Joko Widodo anunció en 2019 un ambicioso plan: la construcción de una nueva capital, Nusantara , en la provincia de Kalimantan Oriental, en la isla de Borneo. Esta región, con una ubicación geográfica más ventajosa en el centro del país, busca crear, tanto simbólica como prácticamente, un mayor equilibrio dentro del vasto archipiélago. El nombre «Nusantara» proviene del javanés antiguo y se traduce aproximadamente como «reino insular» o «archipiélago», una elección deliberada para representar la diversidad y la unidad de la nación.
Nusantara se está construyendo en una región previamente poco poblada cerca de las ciudades de Balikpapan y Samarinda. La zona se caracteriza por su selva tropical, colinas y ríos: un entorno natural de gran importancia ecológica, pero también vulnerable al desarrollo. Este es precisamente uno de los puntos más críticos del proyecto: mientras el gobierno habla de una ciudad "verde", sostenible e inteligente, los ambientalistas dan la voz de alarma. Temen que la construcción pueda poner en peligro los hábitats de numerosas especies animales, como los orangutanes, que se encuentran en peligro de extinción. Los grupos indígenas de la región también han expresado su preocupación por la expropiación de tierras y la invasión de su cultura.
A pesar de estas controversias, el gobierno está impulsando el proyecto con celeridad. Nusantara está diseñada para albergar hasta 1,5 millones de personas, centrándose inicialmente en el distrito gubernamental. Se prevé que las primeras instituciones, como los ministerios y el palacio presidencial, se trasladen en los próximos años; el traslado estaba previsto inicialmente para 2024, coincidiendo con el fin del mandato del presidente Widodo. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 y la incertidumbre económica han provocado retrasos, posponiendo muchos de los plazos previstos.
La visión de Nusantara es ambiciosa: arquitectura moderna, movilidad climáticamente neutra, plantas de energía solar, techos verdes y agricultura urbana; una metrópolis del futuro, construida desde cero. El proyecto cuenta con el apoyo de inversores internacionales, si bien la mayor parte de la financiación inicial proviene del presupuesto estatal. Se prevé un desarrollo modular en varias fases, que podría extenderse durante décadas. Actualmente, no se espera que esté totalmente finalizado antes de 2045, coincidiendo con el centenario de la independencia de Indonesia.
La decisión de construir una nueva capital recuerda a la de otros países que se enfrentan a desafíos similares. Por ejemplo, Brasil trasladó su capital de Río de Janeiro a la entonces recién construida Brasilia en la década de 1960, también con el objetivo de lograr un desarrollo más equilibrado. Nigeria siguió un camino similar, trasladándose de Lagos a Abuja. Indonesia ahora sigue este ejemplo internacional, adaptándolo a sus propias circunstancias geográficas, culturales y ambientales.
El éxito de Nusantara depende de muchos factores: su impacto ambiental, su interacción social con las comunidades locales, su viabilidad económica y, sobre todo, si la ciudad realmente puede cumplir con su promesa de ser un modelo sostenible. Sin embargo, una cosa es segura: el proyecto es uno de los más grandes y ambiciosos del desarrollo urbano del siglo XXI y podría tener un impacto duradero en el futuro de Indonesia.