
Myanmar: un país en crisis
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Myanmar enfrenta actualmente una serie de desafíos importantes que configuran el panorama económico y político del país. Los acontecimientos recientes, en particular el devastador terremoto del 28 de marzo de 2025, han exacerbado aún más las crisis existentes y han hundido al país en una emergencia humanitaria aún más profunda.
Situación económica
Incluso antes del terremoto, la economía de Myanmar estaba en una situación precaria. Según el informe del Banco Mundial de diciembre de 2024, se pronosticó una disminución del 1% del producto interno bruto (PIB) para el año fiscal que finaliza en marzo de 2025. Esta contracción se atribuyó a los conflictos en curso, los desastres naturales y las altas tasas de inflación, que hundieron a millones de personas en la pérdida de ingresos y el hambre.
Los principales sectores de la economía – agricultura, manufactura y servicios – registraron caídas. A esta evolución negativa contribuyeron los cuellos de botella en la producción debidos a la escasez de materias primas, al suministro insuficiente de electricidad y a la débil demanda interna.
Situación política
Desde el golpe militar de febrero de 2021, Myanmar se encuentra sumido en una profunda crisis política. La resistencia armada contra el gobierno militar se ha intensificado, con grupos como la Fuerza de Defensa del Pueblo y varias organizaciones armadas étnicas activas. A pesar de algunos éxitos militares de los movimientos de resistencia, el futuro político del país sigue siendo incierto.
En medio de este panorama político inestable, el gobierno militar planea celebrar elecciones en diciembre de 2025. Sin embargo, muchos observadores dudan de la legitimidad y viabilidad de estas elecciones dados los conflictos en curso y la falta de un diálogo político inclusivo.
El terremoto de marzo de 2025
El 28 de marzo de 2025, un terremoto de magnitud 7,7 sacudió el centro de Myanmar, causando una destrucción masiva, especialmente en las ciudades de Mandalay y Naypyidaw. Los informes hablan de más de 3.000 muertos y miles de heridos. La infraestructura ha resultado gravemente dañada, lo que limita significativamente el acceso a recursos vitales como alimentos, agua potable y atención médica.
Se iniciaron esfuerzos de ayuda internacional, con países como China, India y otras naciones del sudeste asiático brindando apoyo. Sin embargo, hay informes de que el gobierno militar está restringiendo el acceso a ciertas zonas, particularmente en regiones controladas por grupos de oposición.
perspectiva
La combinación de recesión económica, inestabilidad política y los efectos devastadores del terremoto plantea enormes desafíos para Myanmar. La comunidad internacional se enfrenta a la tarea de encontrar formas eficaces de prestar asistencia humanitaria mientras navega por la compleja situación política. Para el pueblo de Myanmar, la esperanza de estabilidad y reconstrucción sigue siendo crucial en medio de estas crisis.